El día
de hoy no les hablare de pueblos mágicos, hoy les quiero contar algo más personal,
sobre una decisión que tome hace 2 años
y creo que ha sido la decisión más importante que pude haber tomado y que hasta
ahorita estoy contento y sobre todo lo que he pasado para llegar a donde estoy.
Toda
mi vida a estado llena de obstáculos que aún no sé si me han hecho más fuerte o
inseguro, Pero creo que eso nos ayuda a crecer como personas y a valorar lo que
tenemos, ya que hay veces que todo nos vale y no sabemos que queremos y como
tienes todo en casa te da miedo salid de tu área de confort y enfrentarte a la
vida y a nuevos retos.
Desde
pequeño mi ilusión siempre fue estudiar, salir adelante no quedarme en el
rancho, no trabajar en lo mismo que mi padre y mis hermanos, quería ser alguien
más y conocer cosas nuevas, nuevos lugares, nuevas cosas, comerme el mundo pero
no ha sido nada fácil, ya que al vivir en un pueblito lejos de la tecnología y oportunidades
de estudiar son muy difíciles de encontrar.
Desde
que puse un pie en una escuela me gusto aprender, era el que siempre estaba en
los concursos, en actividades de la escuela, lo que más disfrutaba eran los festivales, siempre participaba, incluso llegue a tener mi propio bailable, los
profes me decían “Agustín ya te pusimos en la lista de los bailables solo nos
das el nombre de tu bailable” era muy
chido sentir esa sensación de que eras importante y bueno en algo.
Al salir
de la primaria se acabó todo lo bueno, sufría
de bullying por ir de otro pueblo y ser más
pequeño que los demás (era el más chiquito de todos), aunque luego era de los
altos, creo fue de las etapas de la vida que menos me ha gustado, al salir de
la secundaria quería seguir pero al no haber prepa en un lugar cerca deje un
año pasar y trabaje con mi papá, aunque
no me gustara su trabajo pero tenía que resignarme ya que no había otra opción.
Al año me llego mi día, en Oxtlapa, lugar donde viven mis abuelos maternos se abrió un Telebachillerato y sin dudarlo me inscribí, fueron tres años maravillosos, pero llego el momento de presentar examen para la universidad, no sabía ni que rollo, pensaba “que quiero ser” y pues al gustarme las plantas y animales dije “Biología” un gran biólogo me soñaba. Mis papás me apoyaron y al tener una tía en la CDMX presente en el Politécnico pero no quede, sufrí un gran bajón pero dije no importa el próximo año presento otra vez no pasa nada.
Ese año
me fui a México a trabajar en un restaurante peruano, no me gusto, el gerente
la traía contra mí solo dure 3 meses trabajando en ese lugar, pero siempre tenía
ese sueño de estudiar y pensaba en si en realidad quería ser biólogo y platicando
con el esposo de mi tía como que me aconsejo y al trabajar en una empresa sabia
de los profesionales que trabajaban ahí y me dijo sobre la carrera de mercadotecnia,
investigue más afondo y me llamo la atención.
Ahora
solo falta inscribirme en una universidad que tuviera esa carrera pero en las públicas
no contaban con esa licenciatura y las de paga eran muy caras y no contaba con
el recurso suficiente para cubrir todo, pero gracias a dios llego un ingeniero
a trabajar en mi pueblo y se hizo amigo de mi papá y un día me pregunto si
estudiaba y le dije que no, quería pero lo que quería no estaba en la UV, ya
que era la universidad más cerca y publica, pero entonces me dijo que en la
Universidad de Xalapa si estaba esa carrera y él me podía conseguir beca del 50
en Inscripción y colegiatura, mi sueño se estaba cumpliendo, me inscribí y ya
estoy a punto de terminar la carrera.
En todos
estos años he aprendido que si te esfuerzas un poco más todo lo que te propones
se cumple, puede tener un principio duro pero el tiempo lo mejora, la vida te
da sorpresas inesperadas pero solo te queda tomarlas con fuerza y sacarles el
mayor provecho.
Si tú
quieres algo, lucha, no te rindas, no importa los obstáculos que te pongan, todo
es aprendizaje, no importa la edad que tengas, nunca es tarde para hacer algo
nuevo.
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